lunes, 25 de noviembre de 2013

La apicultura genera actividad económica en el 63% de los pueblos andaluces

La apicultura genera actividad económica en el 63% de los pueblos andaluces 

25/11/2013 por Carmen Reina, Eldiario.es 

La actividad para obtener productos de las abejas y su servicio medioambiental está presente en 488 de los 776 pueblos de Andalucía.
Considerada como un tipo de ganadería, Andalucía es la comunidad autónoma con mayor número de colmenas: 527.885 que suponen el 22% del total nacional y el mayor censo de la UE.
Las abejas producen miel, cera, polen y sustancias de uso terapéutico en farmacología, además de prestar un servicio vital para la producción agrícola y la conservación del medioambiente con la polinización de las plantas.

El colapso de las abejas de la miel preocupa a los científicos
Al hablar de ganadería, lo habitual es pensar en vacas, ovejas, cerdos y otros animales de gran porte. Pero existe un tipo de ganadería, catalogada como tal y extendida por toda Andalucía, que pasa desapercibida para para el gran público y que, sin embargo, vertebra la actividad económica de centenares de municipios andaluces: la apicultura.
Y es que la actividad apícola, la explotación de colmenas de abejas, está presente en 488 de los 776 pueblos de la comunidad autónoma, lo que supone el 63% de ellos. De hecho, Andalucía alberga 527.885 colmenas de abejas y es la comunidad con mayor número de ellas, con el 22% del total nacional en un país como España con el mayor censo apícola de la Unión Europea, según los últimos datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y ganaderos (COAG) en Andalucía.
Este tipo de ganadería que ha atraído de vuelta a los pueblos a emprendedores que han visto en su producción una posibilidad de desarrollo, tiene como actividad más conocida la producción de miel, que en Andalucía ronda las 7.000 toneladas anuales, cuando la media de consumo de este producto es de 500 gramos al año por habitante.

Miel, cera, polen y sustancias terapéuticas

Pero la actividad apícola también genera otros productos como la cera, de la que en Andalucía se generan 300 toneladas al año y el polen, con unas 100 toneladas anuales de producción. Y así, alrededor de todo ello, se genera una actividad económica que está presente en multitud de pueblos en diferentes comarcas de la geografía andaluza.
Así lo pone de manifiesto el mapa de Apicultores Andaluces que visualiza la localización de las producciones en la comunidad autónoma. Por provincias, según los datos de COAG, Almería encabeza el ranking con 754 explotaciones apícolas, seguida de Huelva con 430 explotaciones, Málaga con 429 más, otras 396 en Sevilla, 386 más en Granada, Jaén con 273, Córdoba con 229 y Cádiz con 205 explotaciones.
Son los números que ponen rostro al desarrollo de un sector que “incide notablemente en la economía y el desarrollo rural”, según la propia Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Pero además de la producción de miel, cera o polen, de las abejas también se extrae jalea real, propóleos y una de serie de venenos terapéuticos utilizados en farmacología, un conjunto de usos que hace que este tipo de ganadería a veces desconocida sea el eje de estudio en el Centro de Apicultura de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba y también en la cita anual que bajo el título de “Expomiel” reúne cada año en la capital cordobesa los últimos avances en la producción y promoción de la apicultura andaluza.

La polinización: un servicio vital para la agricultura

Junto a toda esa producción, el otro gran servicio de las abejas se define como fundamental y vital para la agricultura en Andalucía. Y es que sin la polinización de árboles y plantas que realizan estos animales, la producción de un sector esencial en la región como es la agricultura sería imposible. De ahí la importancia de cuidar la existencia de las abejas en el entorno agrícola y en el monte para la conservación del entorno natural.
La propia Junta de Andalucía destaca “el importante papel que tienen las abejas en la conservación del medioambiente, siendo la polinizaciónel mejor servicio que cumplen para la naturaleza y para el hombre”. Y es que las abejas, son responsables de polinizar el 80% de las plantas entomófilas (polinizadas por insectos), entre las que se encuentran numerosas especies silvestres y un gran número de cultivos.
Así, como productores y como conservadores del entorno medioambiental, los propietarios de explotaciones apícolas llaman también a la inversión y ayudas públicas en este sector, no sólo a la producción sino también a la investigación en enfermedades que afectan a las abejas.
En ese sentido, cabe destacar que, en el pasado mes de octubre, la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ordenó el pago de las ayudas del Programa Apícola Nacional 2011-2013 correspondientes al año actual, cuyo montante total ronda los dos millones de euros. Estas ayudas tienen como principal objetivo mejorar la producción y la comercialización de este sector y se han concedido tanto a titulares de explotaciones apícolas andaluzas como a cooperativas del sector, organizaciones representativas y asociaciones de apicultores, según datos de la propia administración andaluza.

 http://www.eldiario.es/andalucia/enclave_rural/apicultura-actividad-economica-pueblos-andaluces_0_196330681.html


sábado, 23 de noviembre de 2013

LA MIEL COMO TRATAMIENTO DE ÚLCERAS POR PRESIÓN


Muchas son las propiedades beneficiosas que han sido descritas para la miel de abeja. Su utilización como tratamiento tópico en caso de lesiones cutáneas probablemente sea el gran compendio de estas. Ya en el siglo I, Dioscórides recogió en su tratado “De materia medica” que la miel “era buena para todas las ulceras podridas, quemaduras por el sol, inflamación de garganta y tos”.
            Dentro de las heridas de la piel quizás sean las ulceras de presión las que presentan una mayor dificultad de cura. Estas ulceras aparecen en personas de movilidad reducida que pasan un gran numero de horas postradas, y se deben a la maceración, el roce y posterior infección en los lugares que soportan su peso.
            No existen grandes estudios científicos que avalen el uso curativo de la miel en dichas heridas (quizá no interese a las farmacéuticas), sin embargo si existen numerosos textos realizados por profesionales de la salud que describen su eficacia  en estos casos.  La miel suele aplicarse sobre el lecho de las ulceras con una jeringuilla (sin aguja) tras haberlas limpiado, eliminado el tejido muerto, secado  de la zona y aplicado Povidona yodada en la periferia de la lesión. Finalmente la ulcera se cubre con alguna apósito estéril. Estas curas hay que realizarlas cada 24 horas, junto con cambios posturales cada 4 horas, cambios de pañal (si procede), hidratación de la piel sana y una nutrición adecuada.
     
Dentro de las propiedades destacables de la miel para el tratamiento de úlceras y heridas están:
· Actividad antibacteriana y antifúngica debidas a biomoléculas propias de la miel.
· Acidificación local de la herida, inhibe del crecimiento de las bacterias.
· Efecto antiinflamatorio, al reducir la infección, lo que conlleva la reducción del olor, edema y exudado de la ulcera.
· La reducción del exudado previene la maceración, dejando la humedad propia de la miel que favorece la eliminación del tejido muerto dentro de las lesiones.
· Disminuye el dolor al bajar la inflamación.
· Aporta nutrientes a nivel local y aumenta el aporte de oxigeno por parte de la hemoglobina, lo que favorece el desarrollo de los procesos celulares de la cicatrización, reduciendo las cicatrices. También estimula a las células inmunes a nivel local.
            La mayoría de estas propiedades dependen de la alta concentración de azucares de la miel, pero sin ninguna duda, la principal, la actividad antibiótica, depende del carácter biológico de la miel. Es por eso que es de vital importancia tratarla como un elemento vivo. A temperaturas elevadas (mayores a 46ºC) se desnaturalizan estos principios activos y pierden totalmente su actividad, por lo que es importantísimo no calentarlas demasiado. Para su uso en ulceras lo ideal sería que alcanzara la temperatura corporal, alrededor de los 37ºC.  Cabe destacar también que las mieles que encontramos en los mercados que han sido pasteurizadas (para evitar su cristalización) o calentadas por cualquier motivo en su proceso de producción carecen de dichas propiedades.
Podéis consultar los textos que han servido como base de este post en:
 
En ellos podréis ampliar información, sobretodo encontrareis el procedimiento pormenorizado a seguir para realizar las curas.
Espero sirva de ayuda a aquellos cuidadores que se enfrentan a diario con conseguir el bienestar de sus pacientes y familiares, os deseo mejoría.
Ismael Gordillo García

Biólogo apicultor
Fuente:  http://apisulayr.blogspot.com.es/

jueves, 14 de noviembre de 2013

RECETA DE COSTILLAS A LA MIEL (con Miel El Purche Sierra Nevada)

Tarde de jueves y os regalo una receta para que alegréis vuestras casas este fin de semana. Se trata de mi receta de COSTILLAS A LA MIEL. Se puede hacer tanto a la barbacoa como al horno, yo os dejo la receta para horno, ahora que es invierno la barbacoa no la tenemos muy a mano y es más cómodo así.

COSTILLAS A LA MIEL (con Miel El Purche Sierra Nevada):


INGREDIENTES:

- 1Kg de costillas de cerdo carnosas.
- 3 o 4 cucharadas soperas de Miel El Purche.
- 3 o 4 cucharadas de ketchup.
- 1/2 taza de tomate frito.
- 2 cucharaditas de vinagre.
- 2 o 3 cucharaditas de salsa de soja (opcional).
- 4 dientes de ajo.
- Aceite, sal y pimienta negra molida.

En una sartén se prepara la salsa. Se echa un chorrito de aceite, se doran los ajos pelados y chascados. Se añade el tomate frito, la miel, el vinagre, la salsa de soja, el ketchup y se salpimenta al gusto.
Se deja cocinar hasta que hierva. Se remueve bien y se reserva.

Se disponen las costillas en una fuente y se cubre con la salsa. Reservamos un poquito de salsa, con la que luego nos serviremos en el plato. Se deja macerar mínimo 2 horas.

Se escurren las costillas y las ponemos en la placa del horno. El tiempo es variable, depende del horno. Habría que darle vuelta y que queden doradas por ambos lados. En mi horno las dejo unos 45 min a 200º (es bastante potente), ya vosotros/as tendréis que darle el punto.

Se sirven cuando están doraditas, bien calientes, acompañadas de alguna guarnición de patatas y por supuesto la salsa de miel.

Ummm... ¡De rechupete!

Podéis encontrar nuestros productos en www.mielelpurche.com al igual que en redes sociales facebook y twiter.